lunes, 14 de febrero de 2011

Sobre aquella paloma sucia...
(Si, se que el título es extraño)


Una tarde hace muchas tardes, mientras salía del trabajo, mi vista se posó en algo muy curioso: Una paloma carcomida por la suciedad del medio en el que vive. Lucía su plumaje húmedo y alborotado, y sus ojos muy abiertos ponian en evidencia la situación caótica de una vida, de la que tal vez, no era muy consciente, salvo por el hecho de que su instinto le gritaba que debe sobrevivir y reproducirse. En sus patas, faltaba un dedito. Caminaba coja y, como sus demás compañeras, asustadiza. Deseé fervientemente lavarla, medicarla, darle de comer, así como hacen con los pingüinos llenos de petróleo de Animal Planet. Y más aún, deseé poder ser uno de esos genios japoneses de la robótica y fabricarle una patita funcional de metal que le ayudara a caminar mejor.

Esa tarde, mis ojos adquirieron un matiz triste y compasivo. Es raro escribir algo sobre una paloma con un dedo mutilado. Pero la visión me llegó profundo. Y así, las horas restantes de mi día transcurrieron acrecentando mi necesidad de escribir algo. Los seres humanos poseen una característica no muy común, y es el hecho de sensibilizarse.

Pero, por Dios, seamos sinceros. La verdad, es que, este hecho, me hace encerrarme más en mi misma, porque no le cuento a todos los detalles de mis sentimientos, pero, me hace tener un abrazo fraternal con el mundo en el que me ha tocado vivir.

No es la primera vez que me pasa. Pero, déjame describir el sentimiento en una palabra: Hermoso.

Y me siento orgullosa de poder sentirlo. Aunque, como ya dije, se trate de una paloma sucia a la que nadie le presta atención... Salvo esta loca que humildemente teclea para este blog.

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